UNA NUEVA PYME SE SUMA A LA INTERMINABLE LISTA DE SUSPENSIONES Y BAJAS SALARIALES
Por: Matías Picallo
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| METALURGICA INDELQUI. Imágen gentileza de diario El Sol |
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NDELQUI anunció ayer nuevas reducciones
en la jornada laboral de sus trabajadores debido a la baja en el flujo productivo, esto afectará a, al menos, 400 trabajadores que verían reducidos su
salarios hata en un 40%.
La metalúrgica quilmeña produce cables de media tensión para las principales electricas; EDESUR y EDENOR además de los cables de alta tensión "desnudos" para la electrificación del ferrocarril que, debido a la baja en la inversión y la apertura de importaciónes por parte del gobierno macrista se ven senciblemente afectadas.
En este contexto una trabajadora y colega nos acerca una narrativa de no ficción que reflexiona sobre las situaciones que atraviezan los trabajadores de cualquier PYME, la indiferencia y sus consecuencias.
Por: Bárbara Arce
Suena el despertador a las 7 de la mañana,
cómo todos los días, levantarse, unos amargos, un cruce de palabras con el
gordo y salir a la vida un día más. Tomar el mismo colectivo con el mismo
chofer, caminar las 4 cuadras diarias para llegar hasta el trabajo, el clásico
saludo con el señor de la garita de seguridad, la caminata hasta la oficina y
empieza la jornada laboral, charlar con los compañeros en el horario de
almuerzo, esperar el horario de salida para volver a casa y contar entre mates
lo igual a los demás días que fue este día.
Un día cualquiera en la vida de una
persona cualquiera, sin mucha variación, sin mucha diversidad, pero con algo
que no se tiene en cuenta hasta que empieza a faltar, estabilidad.
Vuelve a sonar el despertador, te
levantas y ves que hoy el mate lo vas a tener que tomar con el poco de yerba
que queda en el fondo, pero no importa, sólo faltan 3 días para cobrar. Subís
al colectivo y sacas el boleto,<< Uh, tengo poco saldo en la SUBE, bueno
a la vuelta camino unas cuadras más así llego hasta fecha de cobro>>. En
la entrada una señora vendiendo pan casero, <<que raro, hace mucho no
veía que venda por ahí>> saludas al de la garita y vez que ya no tiene la
sonrisa de siempre, habrá tenido una mala noche, vas a la oficina y te
desayunas las malas nuevas.
-¿Viste que lo echaron a Juan?- te dicen
los muchachos
-Uh, ¿se sabe porque?
-No, pero además están diciendo que a
los pibes nuevos no les van a renovar el contrato, y son cómo 20.
-Que loco che, si acá nunca se echó a
nadie, debe ser la nueva gerencia.-
<<los más viejos te habían contado de una vez que la empresa
cerró, pero eso había pasado ya hace tanto que ni lo tenías en cuenta>>.
Con el poco ánimo que dan las noticias
así, arrancas la jornada, salís y vas caminando hasta la parada donde cambia la
sección para que el boleto sea más barato, esa noche la cena va a ser lo que
sobró de la noche anterior, pero no importa, ya casi cobras.
Un día más, otra vez la rutina, hoy no
hay mate porque ya no hay yerba, subís al colectivo y sacas el mínimo, ahora
que te das cuenta el mínimo es muy caro, ¿será que antes siempre tenía siempre
la SUBE cargada y por eso nunca le había prestado atención al precio?, caminas
más cuadras que de costumbre porque sacaste el mínimo y ves que ya no es sólo
la señora de la puerta de tu trabajo la que vende pan casero en la vereda, hay
una persona por cuadra, ¿será que antes no prestaba atención?.
Llegas al trabajo y las noticias siguen
peor:
-¿Te enteraste?
Ya sin pensar decís- ¿Y ahora quién?
-No, a partir de la semana la planta no
va a abrir sábados ni lunes por la falta de producción.
Ese frío que recorre el cuerpo, esa
mezcla de emociones, esa horrible sensación de impotencia, odio, tristeza,
porque no es una cuestión de que al primo de una amiga de tu tío lo echaron, es
en primera persona, no es una estadística en el noticiero, es algo que te está
pasando a vos, que le está pasando a todos los trabajan con vos.
Nuevamente salís, caminas hasta la
parada, tomas el colectivo y vas hasta tu casa, empezas a pensar que capaz no
sea el hecho de que es fin de mes, y capaz no sea que las personas quisieron
volver a vender pan en la calle, sino que es algo mucho más grande, que supera
a la nueva gerencia de la empresa, capaz los pibes nuevos laburaban bien, Juan
no se había mandado ninguna, pero esto no tiene nada que ver con esas cosas.
Te acordas que cuando eras chico todos
hablaban de la crisis y la falta de trabajo, que tus viejos con suerte podían
poner un pan en la mesa, pero cómo vos eras chico y lo único que querías era
jugar nunca le prestaste mucha atención a la discusión entre los grandes.
Además te daba lo mismo si la cena era arroz hervido o una vianda que retiraban
en algún centro de ayuda, querías comer rápido y volver a jugar con tus
hermanos.
Pero ahora ya sos grande, ya entendes y
te das cuenta de que no te da lo mismo si tenes o no para pagar la luz, el gas
y el agua, además el alquiler y con las expensas por las nubes, se complica.
¿Será que estamos volviendo a esas
épocas? ¿O será solamente que la empresa para la que trabajas está teniendo
mala suerte?
Te encantaría hacer oídos sordos, mirar
para otro lado y seguir caminando, pero está vez están parado justo en tu
camino, avanzando asía vos y obligándote
a retroceder. Miras para los costados y ves que no sólo te llevan puesto
a vos, sino a todos los que están ahí, peleándola día a día.
Hoy estas acá, igual que tu viejo pero
15 años después, golpeando un bombo en la puerta de la fábrica para que no nos
quiten lo poco que tenemos, aún sabiendo que la problemática está golpeando a
todo el país, pero sintiendo la necesidad de salir a las calles para poder
hacer algo.